lunes, 18 de abril de 2011

La Gestión Forestal Sostenible como oportunidad para el territorio

¿Pueden los bosques ser un revulsivo para las economías rurales? Además de ambientalmente, ¿puede un bosque ser rentable económicamente? ¿Es  posible  obtener  recursos  del  bosque  sin  destruirlo? ¿Existe la innovación en el sector forestal?

Los espacios forestales desempeñan múltiples funciones trascendentes para el desarrollo de la vida: contribuyen a paliar el efecto invernadero, a conservar la biodiversidad e incluso suponen una fuente muy importante de ingresos económicos para las poblaciones de las áreas de montaña que pueden aprovechar sus recursos. En los bosques encontramos un número importantísimo de especies animales y vegetales, muchas de ellas en peligro de extinción. Las masas forestales también tienen un papel fundamental como sumideros de carbono y fuentes de biomasa, claves para la lucha contra el cambio climático. Por todas estas razones, la gestión de los bosques es un tema muy importante que requiere un amplio grado de profundización considerable por lo necesario de buscar mejoras en la gestión y el uso de los bosques, a partir de un enfoque basado en el respeto de los ecosistemas.

Resulta innegable que la existencia de montes y bosques bien gestionados proporcionan beneficios tan elementales como es la fijación de CO²… Además, son muchos los aprovechamientos que se pueden llevar a cabo mediante la explotación racional de bosques y montes: obtención de madera, frutos, plantas aromáticas y medicinales, aprovechamiento micológico. Por todas estas razones es necesario planificar un manejo forestal sostenible, que mantenga un equilibrio entre su utilización social y económica y la preservación como el ecosistema natural y complejo que es. Mediante la conservación de  los  recursos  naturales y las complejas funciones de las que depende, los procesos  productivos pueden asegurar un medioambiente que favorezca la producción eficaz y sostenible de alimentos y recursos.

Alfonso Fernandez-Manso, Ingeniero de Montes y Catedrático de E.U. de la Universidad de León recuerda los más de 6000 usos directos del bosque registrados en todo el mundo, afirmando que es preciso gestionarlos correctamente ya que “el abandono no lleva al bosque al clímax, sino a crear actividades marginales, ilegales y de impacto”.

 

En opinión de Fernández-Manso, el principal problema de las zonas rurales y forestales es la despoblación y puso sobre la mesa una curiosa paradoja de este tipo de territorios: desciende el número de pobladores pero aumentan los propietarios, pero “son unos dueños absentistas y desvinculados del territorio, anquilosando la capacidad de cambio. Una silicosis del territorio porque se ahoga y se pierde la funcionalidad del mismo”.

El experto que participó en el Foro de Gestión Forestal Sostenible organizado por País Románico en el mes de febrero aseguró que el futuro de los espacios rurales esta en el bosque y que debemos innovar en el territorio, apoyándonos sobre las particularidades culturales locales. “Debemos planificar el descenso económico, no basar las políticas de desarrollo rural solo en acceder al mercado y poner en marcha proyectos para recuperar capital humano, uniendo aldeas con problemas de desarrollo, creando puentes entre residentes y visitantes”, concluyó.

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