El pasado día 5 de abril se celebró una jornada de puertas abiertas en el Centro Logístico para la producción de Biomasa Forestal instalado en Lozoyuela. Madrid. A esta jornada asistieron un técnico de la Asociación País Románico y la ADL de Barruelo de Santuyán.
La Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO) ha puesto en marcha el proyecto piloto denominado “La energía de nuestros antepasados” en colaboración con la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
La Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO) ha puesto en marcha el proyecto piloto denominado “La energía de nuestros antepasados” en colaboración con la Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
El proyecto liderado por ASEMFO cuenta con la colaboración de la empresa MONTARAZ KTK S.L y SERPYME, S.L. La ejecución del proyecto se prolongará hasta el año 2012. Comenzó a finales de 2009.
Se trata de un programa piloto para el fomento, producción, aprovechamiento, uso y autogestión de la biomasa forestal como fuente energética autónoma en comarcas rurales.
La ubicación seleccionada ha sido el Término Municipal de Lozoyuela en la Comunidad de Madrid y abarca la zona sur de Segovia y la occidental de Guadalajara.
En total la superficie afectada es de 124.000 hectáreas y comprende un total de 41 Municipios, con una población de 11.159 habitantes.
La zona encuadrada en el ámbito de actuación presenta los rasgos propios de las zonas rurales en la actualidad, más destacados aún por contener poblaciones de montaña: elevada tasa de dependencia, alto grado de envejecimiento y un preocupante coeficiente de sustitución.
La materia prima son las maderas y leñas procedentes de aprovechamientos o trabajos forestales de mantenimiento de las masas en el ámbito territorial del proyecto, que se obtienen mediante la compra a maderistas y a empresas de aprovechamientos forestales o bien mediante subastas o concursos de aprovechamientos en montes públicos.
Este Centro de Producción y Logístico de Biomasa tiene una capacidad máxima de producción anual de 4.000 toneladas de astilla de gran calidad, con un bajo contenido en humedad, libres de polvo, impurezas y convenientemente calibradas. La astilla se obtiene a partir de la transformación de madera adquirida en aprovechamientos de la zona, procedente de claras y podas realizadas por la Administración en montes que tenían demasiada espesura. Para Enrique Enciso, de MONTARAZ KTK y director técnico del Proyecto, «las astillas producidas en el centro pueden llegar a producir el combustible necesario para proporcionar agua caliente y calefacción a unas 1.600 viviendas de 100 m2 útiles, lo que equivaldría a una población aproximada de 4.800 habitantes». Esto supone que se podría abastecer de combustible a la totalidad de las viviendas de Lozoyuela, Navas de Buitrago, Sieteiglesias, El Berrueco, Valdemanco, Garganta de los Montes, Paredes de Buitrago, Serrada de la Fuente, Manjirón, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago, La Hiruela, Madarcos, Prádena del Rincón, Campillo de Ranas, El Cardoso de la Sierra, Corralejo, Roblelacasa, Robleluengo, Gallegos, Matamala y Matabuena, de las provincias de Madrid, Guadalajara y Segovia.
La materia prima son las maderas y leñas procedentes de aprovechamientos o trabajos forestales de mantenimiento de las masas en el ámbito territorial del proyecto, que se obtienen mediante la compra a maderistas y a empresas de aprovechamientos forestales o bien mediante subastas o concursos de aprovechamientos en montes públicos.
El producto a comercializar serán astillas, que se obtienen, después de la trituración y tratamiento de la madera en la planta. La astilla procedente de los aprovechamientos forestales es totalmente natural y no contiene ningún tipo de aditivo, constituyendo un biocombustible limpio de cara a la emisión de gases contaminantes.
Utilizar la biomasa forestal primaria, en comparación con cualquier combustible fósil, genera más empleo, aumenta la recaudación en cotizaciones y tributaria, disminuye el déficit exterior y puede suministrar energía al cliente final a precios inferiores.
La biomasa se considera una fuente de energía limpia por su papel en la gestión forestal sostenible, en la lucha contra el cambio climático, su menor impacto ambiental, y su contribución a la mejora de la competitividad, empleo y desarrollo local. El aprovechamiento de los restos forestales como materia prima de la producción de astillas como fuente energética, es también un incentivo al contribuir a la limpieza de los montes como medida preventiva contra los incendios forestales.
Este Centro de Producción y Logístico de Biomasa tiene una capacidad máxima de producción anual de 4.000 toneladas de astilla de gran calidad, con un bajo contenido en humedad, libres de polvo, impurezas y convenientemente calibradas. La astilla se obtiene a partir de la transformación de madera adquirida en aprovechamientos de la zona, procedente de claras y podas realizadas por la Administración en montes que tenían demasiada espesura. Para Enrique Enciso, de MONTARAZ KTK y director técnico del Proyecto, «las astillas producidas en el centro pueden llegar a producir el combustible necesario para proporcionar agua caliente y calefacción a unas 1.600 viviendas de 100 m2 útiles, lo que equivaldría a una población aproximada de 4.800 habitantes». Esto supone que se podría abastecer de combustible a la totalidad de las viviendas de Lozoyuela, Navas de Buitrago, Sieteiglesias, El Berrueco, Valdemanco, Garganta de los Montes, Paredes de Buitrago, Serrada de la Fuente, Manjirón, Robledillo de la Jara, Cervera de Buitrago, La Hiruela, Madarcos, Prádena del Rincón, Campillo de Ranas, El Cardoso de la Sierra, Corralejo, Roblelacasa, Robleluengo, Gallegos, Matamala y Matabuena, de las provincias de Madrid, Guadalajara y Segovia.
La biomasa puede utilizarse para uso térmico en todo tipo de zonas y viviendas, desde unifamiliares con depósito y caldera propios, hasta barrios enteros calentados por una red de calor o district heating, pasando por comunidades de vecinos con calefacción central. Estos sistemas llevan décadas implantándose en el centro y el norte de Europa. Ahora ya pueden utilizarla los vecinos de las comarcas de Somosierra y Ayllón. Y gracias al carácter piloto del proyecto, en un futuro próximo, los de otras zonas de España también.
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